Una mamoplastia de aumento tiene como objetivo aportar mayor tamaño y proyección al busto. En esta cirugía, además, se armoniza el perfil de las mamas en consonancia con las características corporales y los deseos de cada paciente.
Mamoplastia de aumento: ¿cuándo se realiza?
Existen diferentes tipos de mamoplastia, si bien en todos los casos se trata de cirugías mamarias: un aumento mamario, una reducción mamaria y una mastopexia se distinguen por los resultados a alcanzar en cada caso.
Como mencionamos, mientras que en el primer caso se procede a incorporar un implante mamario para dotar a la mama de mayor volumen y proyección, en una reducción mamaria, en cambio, se busca reducir el volumen y peso del busto. En una mastopexia, por su parte, el objetivo es combatir la flacidez, pérdida de tonicidad y caída del pecho, reconstruyendo y reposicionando el mismo.
¿Quiénes pueden acceder a esta cirugía?
Una mamoplastia de aumento es indicada en diferentes casos:
– En pacientes que han experimentado una pérdida significativa de volumen, luego de un embarazo o luego del período de lactancia.
– En pacientes que presentan asimetría mamaria y buscan equilibrar el tamaño entre una y otra mama.
– En casos de una reconstrucción post mastectomía.
– Por gusto personal y motivos puramente estéticos.
Características generales del procedimiento
Una mamoplastia de aumento es una cirugía plástica y como tal involucra una etapa prequirúrgica y una postquirúrgica de recuperación. En un primer momento se realiza una entrevista personalizada, donde se informa a la paciente interesada todo lo que necesita y desea saber respecto a la intervención.
Asimismo, el profesional se encarga de evaluar su caso particular y definir el plan quirúrgico acorde a sus necesidades y los resultados previstos. En ese sentido, durante la entrevista de consulta se procede, también, a mostrar una previsualización digital de los mismos. Para que el paciente pueda acceder a una simulación final y poder definir, con mayor precisión y en conjunto con el especialista, el tipo y tamaño de implante a utilizar.
En función de todo ello, finalmente, se procede a definir la fecha de intervención y las características del postoperatorio a seguir.
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Actualmente, las técnicas quirúrgicas empleadas durante una mamoplastia son cada vez más precisas. Los especialistas están en condiciones de hacer de este procedimiento uno mucho menos agresivo, de más rápida recuperación y con resultados más naturales.
Una atención cercana y directa, no obstante, marca la diferencia desde la primera consulta. Te invitamos a contactarnos para acceder a una entrevista personalizada y conocer cuál es el tipo de intervención que mejor se ajusta a tu caso particular.
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